Noticias Argentinas difundió que la economía argentina logró en el segundo trimestre de 2025 recuperar el nivel de actividad previo a la recesión iniciada en el tercer trimestre de 2023. Sin embargo, volvió a frenarse, en lo que los economistas Carlos Melconian y Facundo Martínez Maino definen como un nuevo “pico estancado”. Ambos advirtieron que “una vez más, el nivel de actividad está en un momento bisagra”.
Según su análisis de Noticias Argentinas, “el PBI del segundo trimestre de 2025 termina de recuperar lo perdido en este ciclo y regresa al nivel previo al inicio de la recesión”. No obstante, subrayan que “la economía completa un rebote, pero vuelve a quedarse ahí”, sin que esto se traduzca en un crecimiento genuino.
Los economistas destacan que “la corrección-recuperación tiene un enorme valor”, aunque advierten que “persiste la incógnita y el desafío de volver a crecer, dado que un rebote no es crecimiento”.
“El crecimiento económico requiere estabilidad macroeconómica, confianza y reglas de juego”, subrayaron. En ese sentido, cuestionaron la visión cortoplacista de ciertos análisis: “Claramente, no se trata de mirar si se vendieron más autos o motos, o si fue más gente al shopping, como suele plantearse en la clásica discusión miope de la grieta local”.
Desde 2011, la economía argentina no ha crecido de forma sostenida. “Entró en un patrón de moderno stop and go, permaneciendo virtualmente estancada hasta la actualidad”, indicaron. Durante ese período, mientras el PBI se mantuvo sin grandes variaciones, la población pasó de 41 a 48 millones de habitantes, lo que implicó una caída del 11% en el PBI per cápita.
“El PBI está estancado y el PBI per cápita se desplomó un 11%, lo que define a una economía que, acorde a su demografía y posibilidades, consume poco, invierte poco, produce poco y exporta poco”, afirmaron Melconian y Martínez Maino en una columna publicada en el diario Clarín.
Los últimos datos del EMAE del INDEC muestran que, entre diciembre de 2024 y mayo de 2025, la actividad económica se mantuvo prácticamente congelada: “El indicador oficial del nivel de actividad está clavado literalmente desde hace cinco meses”.
Aun así, ese nivel permite mostrar variaciones interanuales positivas, lo que para el Gobierno significa que “estamos creciendo”. Para los economistas, “se trata de una muy buena noticia, pero que compara contra los pisos de la recesión”.
En lo que va del año, se estima que el PBI crecería entre 4% y 5%. Sin embargo, la recuperación ha sido desigual entre sectores. “La industria, que representa un cuarto del PBI, todavía está 10 puntos por debajo del nivel pre-recesión de 2023”, señalaron, y agregaron que “dentro del sector hay ramas con rezagos mayores, como la siderurgia, maquinaria y equipos, textiles y alimentos”.
La construcción, que representa alrededor del 4% del PBI pero tiene alto impacto en el empleo y otras actividades, “está produciendo un 25% menos que en 2023 y un 20% menos que el promedio de los últimos 13 años”.
El comercio también muestra un desempeño dispar: “Alcanzó niveles cercanos a los máximos, pero con un desacople entre bienes durables y de consumo masivo”, precisaron. Mientras los autos, motos y electrodomésticos mostraron cierto dinamismo gracias al crédito, “las ventas en supermercados, autoservicios y mayoristas están un 10% por debajo de 2023”.
Por su parte, sectores como hoteles y restaurantes siguen afectados: “Están 12% abajo respecto de 2023 y 2% por debajo del mismo período de 2024, según los datos de ocupación hotelera del INDEC”.
En contraposición, los sectores que esquivaron la recesión fueron el agro y las industrias extractivas. “El agro sostiene una expansión moderada, del orden del 4/5%, pese a la caída de los precios internacionales y la presión impositiva”, explicaron. Las industrias extractivas —como Vaca Muerta, litio y cobre— “mantienen una velocidad de expansión alta: crecieron 12% en 2022, 8% en 2023, 7% en 2024 y continúan a ese ritmo”.
Otro sector con buen desempeño es el financiero. “Desde la segunda mitad de 2024, se expande a tasas de dos dígitos gracias a la monetización, el crecimiento de los depósitos y del crédito”.
De cara al cierre del año, el informe concluye que “la economía va a completar el rebote necesario para recuperar globalmente el bienio recesivo previo”. Sin embargo, advierten que “la moneda todavía está en el aire” respecto del futuro, afirmó Noticias Argentinas.
Para que 2026 rompa el “síndrome de los años pares” —todos recesivos desde 2011, salvo 2022—, Melconian y Martínez Maino sostienen que “se requiere un programa de gobierno diferente al netamente financiero que prevaleció hasta ahora”.
“La macro es fundamental: recomponer reservas, lograr acceso a los mercados, bajar la dolarización de portafolios, lograr que el dólar encuentre un equilibrio compatible con la productividad de esta economía, y avanzar hacia una apertura sustentable al mundo”, concluyeron.